No es secreto que las matemáticas pueden ser una de las materias más desafiantes en la escuela. Si su hijo está teniendo problemas con clases de matemáticas, es importante identificar en qué áreas necesita más práctica. ¡Aquí está porque los estudiantes pueden tener dificultades con matemáticas y cómo tú puedes ayudar!
Provee seguridad
Los estudiantes frecuentemente internalizan sus propios problemas con esta materia y asumen que algo debe de estar “mal” con ellos porque tienen dificultades. Un sentimiento común que escuchamos de los estudiantes es “Solo no soy bueno en matemáticas” o “Nunca he sido una persona de matemáticas”. Si su hijo se siente de forma similar, dele un recordatorio amistoso de que no solo son ellos- las matemáticas son difíciles. De hecho, las encuestas demuestran que los adolescentes clasifican las matemáticas como la materia más difícil en la escuela, la más clasificada en general. Entonces, si su estudiante está teniendo un tiempo difícil con las matemáticas, dígale que no sea duro consigo mismo. Las matemáticas pueden ser complicadas y se construyen consistentemente sobre los conocimientos previos, entonces es común que los estudiantes se atrasen.
Busque factores no académicos
Muchos estudiantes tienen dificultades en ciertas materias, no por razones académicas, sino por otros factores que afectan su desempeño. Por la complejidad de las clases de matemáticas, estos factores no académicos (habilidades de organización, dificultades de atención, etc.) pueden volverse más evidentes que en otras materias. Varios estudiantes pierden puntos simplemente por no hacer su tarea o fallar en intentar una asignatura cuando no comprende el material. Pequeños cambios, como crear un espacio dedicado a las tareas que se mantiene libre de distracciones, puede tener un gran impacto en la productividad del estudiante, al igual en su habilidad para completar las asignaturas a tiempo.
Ofrezca hacer seguimiento del tiempo durante las asignaturas
La ansiedad en las matemáticas es una de las mayores preocupaciones más comunes que escuchamos de los estudiantes, y comúnmente tiene que ver con la presión de tomar exámenes. Muchos estudiantes se sienten más cómodos al abordar las matemáticas a su propio ritmo, lo que es muy bueno durante el proceso de aprendizaje. Sin embargo, la mayoría de los exámenes importantes y exámenes estandarizados que los estudiantes toman se cronometran. Desafortunadamente, la ansiedad por las matemáticas tiende a incrementar cuando el tiempo es un factor. Una vez que el estudiante se sienta cómodo con un concepto, recomendamos hacer unas asignaturas cronometradas para prepararse para los exámenes. Para estudiantes mayores preparándose para el CENEVAL, COMIPENS o Internacionales como el SAT/ACT, los exámenes de práctica son una forma excelente de refinar sus habilidades para manejar el tiempo.
Trabaje con un tutor
Como mencionamos anteriormente, las matemáticas se van construyendo sobre conocimiento previo. Para cada nivel de matemáticas que un estudiante alcanza es esperado a que dominen los conceptos de clases previas. Este no es el único caso con materias más complicadas como la geometría y álgebra – durante una edad temprana, los conceptos de matemáticas se basan en bloques de conocimiento que se construyen sobre los previos. Si un estudiante no entiende el valor posicional de los números, entonces va a tener problemas a la hora de resolver problemas aritmética con varios dígitos. Si un estudiante no entiende las fracciones, entonces tendrán un tiempo difícil con la división larga. Ya que las matemáticas están diseñadas para avanzar a un cierto ritmo, los estudiantes que no entendieron una sección previa frecuentemente no tienen la oportunidad para volver atrás, y así se empieza a formar una brecha en el aprendizaje. La instrucción uno-a-uno es tan efectiva porque un tutor tiene la habilidad única de visitar nuevamente conceptos y secciones que pueden necesitar más práctica. ¡Encuentra un tutor cerca de ti!