El verano es el tiempo perfecto para introducir el aprendizaje a actividades cotidianas. ¡Aquí hay algunas sugerencias que la familia entera puede disfrutar!
Explorar al aire libre
Ya sea ir al parque o a una caminata, pasar el tiempo cerca de la naturaleza es una de las formas más fáciles para incorporar el aprendizaje a actividades cotidianas. Aquí hay algunos ejemplos:
- Ciencia: Identificar y categorizar plantas y animales
- Geografía: Seguir una ruta de senderismo o un mapa para direcciones
- Funcionamiento ejecutivo: Planear una ruta con anterioridad y preparar suplementos
- Matemáticas: Calcular cuánto tiempo tomará una actividad física basándose en el tiempo y distancia
Además de los obvios beneficios físicos de pasar el tiempo afuera, los niños también pueden experimentar el crecimiento académico mientras mantiene sus mentes ocupadas durante los meses de verano. Vaya afuera y obtenga su vitamina D, lluvia o sol.
Aprenda con deportes
Como hemos hablado, los deportes son una manera ideal para introducir conceptos de matemáticas a los niños. Ya sea que su hijo esté involucrado en un equipo de deportes o solo disfrute ver deportes con la familia, las lecciones de matemáticas son muy fáciles de implementar para los estudiantes de cualquier edad. Los deportes comúnmente se basan en un puntaje y/o usan números para medir el lugar/distancia/tiempo/etc. Trabajar con números que tienen aplicaciones reales frecuentemente hace que estos conceptos sean más identificables para los estudiantes. Estadísticas, probabilidad, y las unidades de medida tienen su lugar en los deportes.
Cocine una comida juntos
No solo preparar comida es una habilidad invaluable que hay que tener, también es una maravillosa actividad familiar que anima a los niños en más formas de una forma. Cocinar puede ser difícil y les enseña a los niños la importancia de fomentar una mentalidad de crecimiento (creyendo que van a triunfar en algo si siguen intentándolo). Aún más importante, cocinar les permite a los niños experimentar fracasos sanos sin ninguna consecuencia real. ¡Después de todo, no es gran cosa si queman algunas galletas! Cocinar y preparar comida también les enseña a seguir instrucciones y hasta involucra conceptos de matemáticas (como las unidades de medidas). Por ejemplo, una forma divertida de practicar fracciones es haciendo que su hijo convierta una receta a un diferente tamaño de porción. Si la receta sirve 4 y solo queremos 2, pídale la mitad de la receta. Si la receta normalmente pide 1⁄2 taza de harina, explique como ¼ de la tasa sería la mitad. Estos solo son algunos ejemplos, es fácil hacer lecciones de aprendizaje con la cocina. Lo más importante, que sus hijos se divertirán con sus creaciones culinarias.